jueves, 27 de noviembre de 2014

Ha muerto Saudade.



Debo de estar escribiendo el poema más triste de mi vida
porque oigo los cristales agitarse por dentro.
Pero el tiempo los está haciendo arena
y ya no son capaces de cortar.
No puedo quedarme enredada en una persona que nunca quiso que me quedase,
sólo atarme,
por si acaso pasan los años y aprieta el frío.
Por vanidad,
no por mí.
Fuiste el tercero y yo, la vencida.
Siempre con tu convicción de que no puedes anclarte,
y yo
segura de que ir a buscarte era mi manera de huir.
Nadie escribiría Moulin Rouge con una historia como la nuestra.
Aun no sé quién es él.
Pero decidle que mereció la pena.
No sé quién eres.
Te volveré a ver por la calle y el resto de personas del mundo me parecerán vacías
incapaces de cerrar mis cicatrices
y abrirme llagas en el pecho sin que me de cuenta.
Nadie más hará arte de una falta de ortografía.
Que yo te haya perdido no significa que el amor no exista,
al menos no para los demás.
Le daré la oportunidad de sorprenderme,
esperando que no me tenga otros dos años muriendo de hambre,
haciendo de palabras inverosímiles situaciones hipotéticas.
Que no me mantenga con vida para verme morir de frío
mientras él se pierde en los labios de otra
que intenta reír más fuerte
que la propia vida.
Todo empezó a romperse cuando estaba a dos pasos y le echaba de menos,
e intentaba inventar el amor perfecto que no entiende de celos y mujeres invisibles.
Perdón por los poemas,
gracias por la poesía.
Ha muerto Saudade.



domingo, 16 de noviembre de 2014



Fuiste peor remedio que cualquier enfermedad.
Atacando las defensas a menos tantos grados,
consumiendo 
mi vida
bajo cero.
Voy a poner un "no" delante de todos los versos,
voy a hacer de los días que recuerdo una gran bola de papel,
ponerle título de poemario
y recitarlo con la voz entrecortada.
Porque ya no me los creo.
Voy a olvidar el camino de tu boca a mi espalda,
borraré cada paso de cebra en mi cuello,
cada esquina que supiste doblar
antes de darme las buenas noches.

Voy a aprender a quererme
antes de volver a amar.

martes, 4 de noviembre de 2014


No queda nada.
No quedan Iglesias por engalanar,
no quedan mentiras con las que convencer al pueblo.
No quedan lienzos,
no quedan ideas,
no quedan mujeres de porcelana.
No quedan espacios,
no quedan carretes,
no quedan películas por rodar.
No quedan dramas, 
no queda poesía,
no queda papel en blanco.
No quedan museos,
no quedan teatros,
no quedan salas de cine vacías.
No quedan muertes,
no quedan besos,
no quedan misterios sin conocer.
No queda fuerza,
no queda vida,
no queda un taburete vacío en el bar.
No quedan miradas,
no queda sexo,
no queda tiempo para esperarnos.
No queda vida
ya no nos tocamos,
no queda frío...
No queda nada.