lunes, 24 de febrero de 2014

Imagínanos- Andrés Suárez





"Imagíname feliz, asíe será como un cuento 
imagínate un desliz sobre un tapiz de cielo 
Luego escribiré Berlín para que llegue el invierno, 
rodaremos y el jardín será un vestido nuevo. 
Luego otra vez a vivir, luego primavera invierno... 

Imagínatelo así, con esta cara de baile 
como quien te hace reír y te besa en la tarde 
luego una canción sin mi. 
Imagínate un perdón por lo bailado, un no te quiero tanto sin salvarte antes, 
reavivar desplantes posado en tus labios, levitar sin aire queriendo ser viento, 
tengo demasiado tiempo libre para ser feliz, 
tengo que salir de aquí, me estoy volviendo cuerdo 

Y miro la cara que tiene la luna y yo, 
que busco en la tuya el futuro y lo encuentro solo cuando bebo 
lo siento, me voy... 
y un colibrí de palabras, lentas sin significado, 
a una garganta que canta,un medidor de pasado, 
aun no es tarde es mañana, aun me quieres callado.. "

                                                             

                                                                        -ANDRÉS SUÁREZ.



Me he tomado la libertad de utilizar esta canción para llevar a cabo uno de mis pequeños proyectos: hacer un vídeo musical.

Aquí os lo dejo.

miércoles, 19 de febrero de 2014



Ven,
que tanta lluvia está difuminando la acuarela
y las calles cada día son más pasos que aceras.

Déjame contarle a alguien
que me ahogo cada vez que sonríes
y en lugar de buscar tierra firme que pisar
me quedo embobada mirándote,
hasta tocar fondo.

Ven,
que se están apagando las luces
y me da miedo que mis noches sigan siendo horas
en lugar de sábanas compartidas.

Necesito que me creas
ahora que ni yo misma lo hago,
que mientas y nada salga bien.
Pero que mi barco se hunda contigo
para que no duela tanto.

Rescata, como hiciste siempre, un par de sonrisas cada mañana,
y róbame el juicio, que me van a declarar culpable
de haber perdido el tiempo y no estar arrepentida.

Vuelve,
que te has llevado el calor del único mes que escribo con mayúsculas,
y los márgenes de mis poesías,

y mis ganas de volver a verte.




El amor siempre fue una mierda.
Pero yo escondía la cabeza entre las sábanas,
porque no quería verlo.
Por miedo a despertarme
y no tener a nadie a quien imaginar
enredando la cama tan vacía.

Fui de mano en mano sin que nadie me tocase
clavándome puñales cada Junio
y guardándolos en un cajón como recuerdo
a falta de caricias.

Supongo que me mantenía viva aquello de salir a la calle
por si nos cruzábamos
y podía agachar la cabeza
y notarte mirando.
Aunque nunca te importase.

Quería nadar entre la gente,
y poner nuestra piel en sus historias.
Ganar al tiempo y congelar un beso por decirte
que nada pesó tanto como quererte sola.

Tenía miedo
de perder los buenos momentos en que mirabas a otras
y me daba fuerzas con los "puedes ser tú".

Pero ya ves.

Se me han cansado las lágrimas de esperarte
y he visto llover tantas veces que ha dejado de gustarme el invierno.
Hay días en los que intento decir otro nombre
pero nunca me sale poesía
y acabo llorando en las mismas palabras de "nuestras canciones"
que nunca llegaste a escuchar.

Memoricé los días del calendario
arrancando tallos a las margaritas,
para inventar el "no le importo" como alternativa al "me quiere", "no me quiere".

El amor es una mierda,
así que ven,
que no todo tiene que morir por desgaste.
Y Abril está a la vuelta de la esquina
con miedo a encontrarme aún agachando la cabeza al verte.

sábado, 1 de febrero de 2014



A veces te invento.
Y no hay cómo hacer que no se me aceleren el pulso y la sonrisa.
Se hace de noche,
y me sorprendo vaciando un vaso en el alféizar y gritando al Sol por qué se ha ido.
Luego me doy cuenta de que siempre es así, 
bebo otro trago,
me río,
y sigues faltando igual de fuerte.
A veces quiero hacerte con las manos más que poesía,
desvestirte de otra manera que no ahogue en letras,
y ponerme pesada con lo de que me gusta la forma en la que miras.
Yo que sé, que me gustaría aprender contigo
que no por escribir el nombre de los meses en un montón de páginas hacemos un calendario
y que no nos quedan días para repetirnos todo lo que nos gustó decir.
A veces te invento,
y no cambio una sola arruga de tu frente,
ni tu manía de llegar impuntual,
ni esa tontería de no mirarnos cuando está lloviendo.
A veces te invento,
y prefiero emborracharme con el Sol a gritos
antes que darme cuenta,
de que no soy quién a inventarme a tu lado.