martes, 5 de agosto de 2014



De todo salimos con vida
pero se nos van apagando las ganas de vivir.
Cada vez nos sentimos más cómodos siendo escombros.
Duelen las sábanas vacías,
las persianas bajadas
porque no quiero esperarte.
Las películas se queman
y las mismas melodías se me antojan migrañas,
manos apretando la cabeza
y forzándome a recordar tu forma de reírte.
Valiente idiota.
Ahora no sé cómo gritar que me he perdido
y no tengo palabras para explicarte que me estás matando
pero que sólo tú puedes salvarme.
Y es que nunca vas a leer esto.
Ni sabrás que son las tres de la madrugada
y sigo sin poder dormir.
Y no quiero.
Porque tengo miedo a despertar
sonriendo
todavía pensando que no te has ido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario