viernes, 15 de agosto de 2014


Ya he caído de bocas más altas que tú
pero esta es la primera vez que no cuento contigo esperándome en el suelo.
Se están agotando las poesías,
porque esto, amor, nunca fue de antología.
A lo mejor te he hecho de piedra
al tropezar tantas veces contigo.
Así que prefiero que no hablemos de tejados a los que tirarte,
porque has hecho de mis sábanas el peor de los desiertos.
No sabes lo que es el vacío
porque nunca has vivido un mes sin tí.
Imagínate, a mí aún me queda una vida por delante.
Te elegí a tí entre todos los besos robados
porque tenías esa sonrisa que me hacía sentirme culpable de no haberte conocido antes.
Detuviste la primavera y qué triste,
nunca llegué a saber lo que Neruda quería hacerle a los cerezos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario