lunes, 5 de diciembre de 2011

Confía en tus sueños





Era otro hombre más entre la muchedumbre, vestido con otra gabardina más, otra persona más, intentando abrirse un hueco más.
Saludó a otro hombre más, con otro abrigo más, tambien vestido para la fría mañana de noviembre, otra fría mañana más.
-Quién está allí? A quién grita toda esa gente?
+No lo sabes? déjame que te recuerde.
Hablaba de arte, pero nadie la comprendía
Decía que en el mundo existía más que el dinero y el alcohol, y nosotros entre martinis nos reíamos de ella, de sus pensamientos ajenos a nuestra forma de ver la vida.
Vestía como le apetecía, no parecía seguir aquellas normas que la sociedad nos había impuesto.
Soñaba con cantar, con escribir, con ser conocida, con que la gente supiese su nombre por algo ajeno a ser arrestados por la policía por consumo de drogas.
Intentaba pintarse el pelo de color azul, escribía cosas en su muñeca, lloraba todas las noches y odiaba la distancia.
Se ahogaba en un vaso de agua, pero era la que más rápido conseguía beberse el vaso.
Miraba al cielo y le preguntaba por qué estábamos aquí.
Decía que la felicidad se medía por el número de suspiros y no por el número de conquistas, creía en el amor cuando nosostros creíamos en el sexo.
No la recuerdas? era aquella chica que quería tener el pelo color azabache, aquella que siempre repetía: puedes ser lo que tú quieras ser.

-Y ahora... ahora qué ha sucedido? acaso la aclaman a ella? ha pasado algo malo?
+malo? ahora habla de arte y la gente la comprende, nos ha enseñado que en el mundo existe más que el dinero y el alcohol. Viste como le apetece, la moda aún no la domina. Ahora canta, escribe, ahora es conocida y no por haber sido arrestada por la policía, nunca ha tocado las droga., Lleva el pelo de color azul, y se ha tatuado algo en su muñeca. Ya no llora por las noches, la distancia ha dejado de ser una barrera para sus sueños. Ha enseñado a miles de personas a beber rápidamente ese vaso, el cielo le ha respondido, ya sabe por qué estamos aquí. Su felicidad se ha medido por el número de suspiros, sigue enamorada de la persona que entonces tambien amaba. Sí, su pelo es color azabache, y con su propia existencia nos ha demostrado que puedes ser lo que tú quieras ser.
Poco a poco los dos hombres más se alejaron con sus ropas de invierno, como todos los demás, mientras respiraban el aire de otro cigarrillo más que consumía otro sueño frusrado más y les hacía pensar en algo, algo diferente a lo su estúpida rutina, algo más.
Así, dejaron un lugar...
un lugar más?
no, en un enorme letrero se leía claramente: MADISON SQUARE GARDEN: Alire Influence: Entradas agotadas

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