lunes, 5 de diciembre de 2011

Un hombre enamorado del papel



Cerró los ojos mientras la niebla cubría los altos rascacielos de Nueva York. No era un día bonito, no era un día soleado, era otro día más, monotono. Otro día cuya niebla dejaba sabor a ausencia, a lágrimas, a distancia, a inexitencia. Otra niebla en otro día, en la misma vida del mismo escritor.
Cerró las cortinas, el triste aire gris de la ciudad inundó el pequeño salón, pero para él sólo existía aquel papel y aquella pluma: aquella mujer a la que amaba.
Se inclinó sobre su piano, nunca había sabido tocarlo, pero en él se apoyaba para escribir. Decía que la música y la literatura eran uno, si ambos no le amaban, si ambos no le dejaban entenderle no era su problema... él haría lo posible.
En cuanto la punta de la pluma derramó la primera gota de tinta los pensamientos del hombre se alejaron de Nueva York:
"...Me miraba, como nadie antes me había mirado. Con sus ojos de un color verde pálido parecía susurrarme que la eternidad no era una barrera para nosotros, pero en sus susurros no eran necesarias las palabras. Su sonrisa, limpia y silenciosa me transmitía una serenidad desconocida para el ser humano, nadie podrá jamás ser tan feliz como soy yo con su sonrisa.
+Sabes que ni el tiempo, ni la distancia ni lo imposible son un inconveniente. Eres un escritor, puedes hacer del papel un mundo, no has nacido para vivir la realidad a la que te han predestinado, tú creas tu propia realidad.
-Si todo fuese tan fácil... pero no lo és. Ni tan siquiera puedo verte, tengo frío al anochecer y deseo que seas tú quien me consuele cuando lloro, pero eres papel, eres tinta, todo es imposible y yo soy escritor. Ojalá mis pensamientos fuesen algo más que ideas, y mis diarios fuesen vida... pero no es así, y me tengo que resignar a ser lo que soy, un enamorado que escribe, un escritor castigado por el amor.
+castigado? no creo que el amor sea un castigo, lo es para tí? Acaso no llegas a casa creyendo que ese es el mejor momento del día? Quires verme, eres feliz por poder verme, la felicidad no es denominada castigo
-Nunca te he visto
+Soy la única mujer de este mundo que depende de su amado, tú me has creado y tú me mantienes con vida, date cuenta de que lo soy todo para tí, pero para mí tú eres aún más que todo, tú eres yo, eres mi aire, mi pasado mi presente y mi canción, si hay un futuro ya no lo quiero saber...
-Tú eres mi futuro.
...
Nueva York, la ciudad que nunca duerme, las miles de miradas de la gente, los pasos perdidos, el arte se encuentra en el aire, y, en un pequeño apartamente se respira tambien el misterio.
Un hombre ha desaparecido, nadie ha denuncidado la desaparición.
Un apartamento vacío, un salón con las cortinas cerradas... Allá, en una esquina, un cuadro pintado, una mujer, con los ojos de un color verde pálido parecía susurrar que la eternidad no era una barrera, pero en sus susurros no eran necesarias las palabras.
Un piano... un piano y un pequeño cuaderno abierto, en el vacío del salón sólo él parecia querer decir algo.
"El papel se apoderó de mis sentimientos... y al fin, depués de tanto tiempo pude tocarla, dejar que sus brazos me rodeasen. Por fin pude besarla, siendo un hombre de papel enamorado de una mujer de tinta. Al fin, dejé de ser escritor para empezar a ser feliz"
Y la niebla había sido el único testigo.

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