martes, 17 de diciembre de 2013


Llegará un día que desaparezca su olor de entre las sábanas.
Que mi mano dibuje una silueta sin saber dar con cada arruga de su piel,
con cada error
con cada "más tarde".
Diré su nombre sin temblar.
Será el mismo de siempre
y sin embargo entonces sonará tan distinto.
Tal vez ese día pierda el rumbo
y sin embargo, no extrañaré que me diga que todo irá bien.
Pasará el tiempo y Diciembre será Diciembre sin sus abrazos,
miraré el reloj sin tener prisa.
Tal vez duerma sola como siempre,
y sin embargo me desvele sola como nunca.
El día que le olvide, cambiaré el ritmo de mis pasos.
Derrocharé cada segundo, sin importarme.
Será sólo el telón de fondo la impotencia del no tenerle.
El día que le olvide...
tal vez él sienta que algo muere.
Tal vez mire hacia otro lado.
Tal vez bese otros labios sin importale, y tome otra mano como nunca tomó la mía.
Tal vez no sueñe con nada, y sirva el café frío al levantarse.
Pero el día que le olvide tengo claro
que para él sólo será otro día.

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