sábado, 2 de febrero de 2013

M(e)lancolía.


La lluvia golpea las ventanas, incansable.
Rompo mis recuerdos harta de ser la única enamorada del pasado.
Derramo los instantes perdidos buscándote desesperada.
Lloro como lo que soy, una ilusa, una persona que busca su norte, desorientada entre tanta confusión.
El tiempo se deshace entre mis manos y el viento te escribe en mi lista de personas que me queman sin saberlo.
Vuelvo a caer lentamente por el camino que me llevó a la perdición, a mucha y mucha escritura, muchas palabras... como bien dices, mucha nada.
Maldigo las veces que besé el aire, que acaricié las notas, que susurré los sentimientos. Maldigo el día en que creí querer, maldigo haber creído que era fuerte para soportarlo.
Nazco de un conjunto de luchas vencidas, perdidas, pero al menos luchadas, y la impotencia de ser la única guionista de esta historia me destroza.
Mueren lentamente todas mis ilusiones con tus iniciales, todas mis horas, todo mi yo, todo tú, todo lo que quise.
Muere la melancolía, muere... y la lluvia cae incansable.

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