jueves, 9 de enero de 2014


Estamos a medio incendio de empezar a arder 
y no saber qué manos nos encienden
ni que besos son capaces de apagarnos.
Estamos a casi un puente de superarnos
y a medio río de ahogarnos con todas las poesías suicidas.
Estamos a dos pasos de una cama sin colchón,
contando más historias que todos los libros de la estantería,
que todos los cuerpos que durmieron sobre ella.
Estamos tan solos que no hacemos más que cruzarnos
y caminar en círculos uno detrás del otro.
Sin saber vernos y abrazarnos,
pero con demasiado miedo para decirnos adiós.
Estamos aterrados de acabar pareciendo cuerdos,
seguir convenios,
estrechar manos desconocidas
por vergüenza de rozar los dedos que nos sabemos de memoria.
Estamos aprendiendo cada cicatriz de nuestra historia,
leyéndonos la comisura de los labios, 
como si hablase una lengua extranjera, 
y se hubiese olvidado el pasaporte.
Estamos tan perdidos que no nos damos cuenta
de que hemos esquivado una mina con un traspiés.
Estamos tan entregados a entendernos por separado
que olvidamos
que somos incondicionales del no saludarnos
y que nuestro solitario "estoy" de todas las mañanas
ahora se disfraza de la incógnita de este "estamos".

1 comentario:

  1. MEEE ENCANTA:) TE SIGO PASATE POR MI BLOG http://zoociedadjoven.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar