jueves, 30 de abril de 2015



Decidiste no quererme
cuando estaba aquí, contigo.
Cuando, aunque te opongas a la idea, 
te habría dado mi vida. 
O una parte de ella, la que no me corresponde.
Dos años, al menos, que para tí no son nada.
La chica del Moulin Rouge, la del cuerpo de flores,
que solo sabe perder la cabeza por quien no debe, decíamos.
Y te reías, porque siempre he hablado en clave, 
pero no había más París que tú,
por tí fui la del mes de Abril.
Decidiste no quererme cuando era tuya
y sabía distinguir tu abrigo largo si era invierno.
Cuando escribía en positivo por nosotros, y decía tu nombre al beber de más,
y me amenazaba a mí misma con dejarte volver a desordenar mi vida.
Pero ahora, ahora que no dueles déjame ir,
que ya no echo de menos el frío de diciembre.
Ya no cuento los días para que mis sentimientos caduquen,
ya no soy la de Abril.
Ya no soy, como bien decías,
la de siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario