lunes, 19 de marzo de 2012

Encerré mis sentimientos en una canción


Todos los latidos de mi corazón fueron atrapados por las impuras notas de la inconsciencia.
Se rompieron los suspiros, se resquebrajaron las lágrimas perdidas entre tantos mares de silencios apagados.
Tus sonrisas cuando a penas había amanecido fueron limpios pentagramas escritos en la oscura tinta del pasado.
Perdí por completo la cordura y encerré mis sentimientos en una canción.
Pude respirar la mañana de Febrero en la que por primera vez sentí ese fuego que dicen que dejas que arda en tu interior, sin importar que pueda ser apagado por una única persona.
Encerré los instantes perdidos dibujando tus iniciales entre mis poesías, las noches abrazada a los recuerdos, intentando rememorar momentos inmortalizados, carentes de importancia y poseedores de mi felicidad.
Repetí esa canción, formando parte del masoquismo humano que nos hace amar ese dolor interno que nos acompaña, que nos hace probar el dulce sabor de una victoria que nunca  podremos alcanzar.
Me enamoré de una canción que contaba nuestra historia, una canción que cuenta tus miradas, una canción que no he acabado de escribir, una canción que intento comprenderme sabiendo que jamás podremos ser más que esa canción.
Jamás seremos más que las mañanas en las que me miraas, y jamás entenderás por qué sonrío cuando veo tu sonrisa.
¡Déjame ser incomprendida!
Vuelve a sonar viejo piano  abandóname de la mano de nuestra canción.

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