sábado, 27 de abril de 2013


Cielo y tierra cedieron al paso de los segundos.
Las garras del tiempo resquebrajaron el futuro.
Los minutos perdieron la esencia de la pasión por la que habían nacido...
y cuando todo se perdió en las nubes que nunca existieron... tuve una mano a la que aferrarme.
Gracias.

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