viernes, 5 de abril de 2013


Te quiero.
A veces nos perdemos en las paradojas y la metáfora, nos abandonamos a la elegancia de las palabras y malgastamos el tiempo en párrafos inconclusos.
Dedicamos cientos de sílabas en expresar un sentimiento, sin ni siquiera atrevernos a pronunciarlo, aventurarnos a compartirlo con nuestros propios labios. Nos limitamos a ser egoístas de la sinrazón.
Nos dañamos lentamente, morimos malgastando nuestras últimas energías en esbozar una sonrisa visible al exterior pero incapaz de transmitir un ápice de alegría a nuestros corazones.
No nos destruyen las palabras, que sin duda hieren más que las espadas, que al fin y al cabo ensartan personas, no sentimientos. No nos destruyen las palabras, nos envenenan los silencios, veneno amargo que nos obliga a dejar esas espadas, esas palabras, atravesadas en nuestro corazón, matándonos a nosotros mismos por el miedo a fracasar.
Te quiero, y necesito papel para decirlo, necesito anonimato y soledad, necesito una mirada cómplice que me diga que tú también me quieres, que eres capaz de librarme de mis espadas, despojarme de las lágrimas, rescatarme de esos silencios, tenderme una mano cuando yo misma me arrojo inconscientemente al abismo.
No soporto las distancias cortas, respirar el mismo aire, sentirte cerca, oírte respirar, hacerme presa del pánico por el acelerado ritmo de mi corazón. Caer al suelo derrotada y seguir perdida en esa corta distancia sintiéndome inútil, impotente, siendo infeliz y creyendo que sólo tengo el cometido de encerrar en mí esas espadas que cada día abren más las yagas que el tiempo me va dibujando en la piel.
Lo siento, por ser una idiota disfrazada de valiente, por ser una sonrisa cuando muero, por ser papel cuando tengo oportunidad de ser persona. Lo siento, siento escribirte y siento quererte, siento que no me escuches y siento que no me creas... pero a pesar de arrepentirme de ser yo, de que tú seas y de que nada seamos aquí estoy, malgastando párrafos y energías.
Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario